lunes, 21 de septiembre de 2009

13. Lou: "biobio que yo no he sio‏"

Mi carrera futbolística tiene su comienzo largos años atrás... Nada más nacer, al ser la segunda de dos hermanas, mi padre decidió que YO iba a ser su compi de deportes. Debido en gran parte a que, a mi hermana la daba por perdida ya por su temprana afición a los pintalabios y los sujetadores enormes rellenos de papel (Que conste que esta decisión paternal marcaría mi vida, pues desde entonces mi hermana era el angelito o la virgen, literalmente hablando, en todas las obras de teatro del cole, mientras que yo como mucho llegaba a pastor o narradora). Así pues con cuatro años quería ser futbolista, me cortaba el pelo cual chico y competía con todos los minúsculos macarrillas de preescolar en el colegio de monjas (un horror para la madre superiora).

Este ser soy yo, sacando de puerta y cayéndome luego de culo, creo recordar.


Tras muchas horas de recreo futbolístico a los nueve años mi padre me apuntó a un equipo de chicos, el Omega F.C., donde vestíamos de amarillo feo y donde no hice muchos amigos la verdad, pues era una chica y eso hería el orgullo de alguno. Acabó esa época porque me hicieron, los de mi propio equipo (cabrones)!, una zancadilla chunga que dio lugar a una bonita brecha en mi ceja (pequeño trauma no superado aun creo, a él le llamaban el “Pilila”, aunque la brecha me daba un aire de malotilla muy guay ;).

Finalmente a los 11 años, me apunté a un equipo de chicas, falsificando mi ficha, que se llamaba el Dehesa de la Villa y acabó con el nombre de la Resaca, así que os podéis imaginar el rollo. Recuerdo que una chunga que jugaba maquillada y con pendientes de aro me amenazó de muerte, por lo que decidí a los catorce años irme al Torrejón, a tomar por saco de la civilización humana donde estuve cuatro largos años de mi vida observando lo que viene siendo el mundo del fútbol femenino. Tras cansarme también de esto y gracias a Fidolio, conocí a la gente del Extu, un equipo que nada tenía que ver con lo que yo conocía, donde las cañas de después eran más importantes que el partido y donde al empatar nos comíamos un chupa chups de Homer... raro no?

Y así pues acabé en el “Operación Salida”, un equipo cuyo espíritu está aun por definir, pero en el que abundan ya desde un primer momento las risas y por que no decirlo; el ligoteo in extremis ;) (gran torneo de lavapies!).

Y aprovechando la ocasión, gracias Elena por todo tu esfuerzo e ilusión

Lou

2 comentarios:

  1. Nada... para eso estamos :) Asias a ti por tu bio deportiva :P

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  2. Me encantan vuestras biografías y me hubiera encantado verte, Lou, entre todos esos macarrillas chulitos, muertos de envidia porque una niña era mejor que ellos (porque estoy segura de que eras la mejor del equipo)!!!

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